Padre de Misericordia y DIOS de Consolación

Por Daniel Brito

(2 Corintios 1:3-7) «Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, ⁴ quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. ⁵ Pues, así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo. ⁶ Si sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y, si somos consolados, es para que ustedes tengan el consuelo que los ayude a soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. ⁷ Firme es la esperanza que tenemos en cuanto a ustedes, porque sabemos que, así como participan de nuestros sufrimientos, así también participan de nuestro consuelo.»

El Antiguo Testamento al igual que el Nuevo Testamento presentan a DIOS como BUENO, MISERICORDIOSO y CONSOLADOR. El mejor ejemplo es el de la historia de Jonás, quien había sido comisionado por Dios para predicarles el ARREPENTIMIENTO a los asirios.

Jonás quien conocía la Misericordia de DIOS, decidió huir de la Presencia de DIOS para no cumplir el mandato, ya que él sabía de la crueldad de los asirios, quienes eran enemigos del pueblo de Israel. De ahí que DIOS usó a un pez grande para tragarse a Jonás, para que cumpliera con el Mandato que le había dado.

Todos los que hemos leído el libro de Jonás, sabemos muy bien la historia, y como él dice en Jonás 4:1-3:

«Pero esto disgustó mucho a Jonás, y lo hizo enfurecerse. 2 Así que oró al Señor de esta manera: ―¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes.»

Jonás sabía muy bien que, si los asirios se arrepentían, DIOS los perdonaría. Así que DIOS es MISERICORDIOSO, BONDADOSO Y COMPASIVO, y DIOS de toda CONSOLACIÓN. Es decir, el verdadero CONSUELO solamente lo puede dar DIOS.

El pasaje 2 Corintios 1:4-7 nos enseña como al ser consolados por DIOS en la tribulación, así nosotros podemos consolar a los que pasan por tribulación. Nótese que, en este caso, el apóstol Pablo se está refiriendo primeramente a SUFRIR POR CRISTO.

Tal vez la libertad que disfrutamos en este país nos haga pensar que eso es para otros. Pero son millones los cristianos que sufren persecución en diferentes partes del mundo. También debemos entender que, aunque no hemos sufrido cárcel por el Evangelio, sí sabemos que en este país la libertad religiosa ya no es tan libre como lo era antes.

En realidad, el mundo es hostil hacia el Evangelio de JESUCRISTO; eso es una gran realidad. Es por eso que el apóstol Pablo les recuerda a los Filipenses que nuestra CIUDADANÍA no está aquí en la tierra, sino en el CIELO (Filipenses 3:20-21).

«En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. 21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.»

También debemos recordar que al ser CONSOLADOS por DIOS nosotros podemos consolar a los que sufren enfermedades, discapacidades, y a los que están desanimados. Recordando las últimas Palabras en la Epístola de Judas:

«¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardarlos para que no caigan, y establecerlos sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia, ²⁵ sea la gloria, la majestad, el dominio y la autoridad, por medio de Jesucristo nuestro Señor, antes de todos los siglos, ahora y para siempre! Amén.»

Noten que EL SEÑOR es poderoso para:

• Guardarnos sin caída.
• Presentarnos sin mancha.
• Con gran alegría.

Esas son TRES COSAS muy importantes en la vida del creyente. No descuidemos nuestra RELACIÓN CON DIOS en la ORACIÓN Y LA PALABRA, y de mantenernos en SU CUIDADO PARA NO CAER EN EL PECADO. Recordando que el DIOS de toda CONSOLACIÓN nos ayuda a CONSOLAR a todo el que está pasando sufrimientos. La GLORIA sea para nuestro SEÑOR JESUCRISTO.

*Todo Texto Bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.