Siempre Gozosos
Por: Daniel Brito
(1 Tesalonicenses 5:16-18) «Estén siempre gozosos. 17 Oren sin cesar. 18 Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.»
En este mes celebramos en esta nación el día de ACCIÓN DE GRACIAS, y eso nos debe hacer pensar por qué debemos estar agradecidos. El origen del día de ACCIÓN DE GRACIAS lo encontramos en noviembre de 1621, en la Colonia de Plymouth. Un año anterior, los peregrinos habían llegado a esa Colonia abordo del Mayflower. Ese año había sido muy difícil para ellos y, al llegar el otoño, estos exiliados de Inglaterra y Holanda decidieron celebrar sus cosechas. Se le acredita al gobernador William Bradford por proclamar una celebración de TRES días, cuando CINCUENTA Y CINCO exiliados y CIEN «nativos americanos» celebraron el primer DÍA de ACCIÓN de GRACIAS comiendo PESCADO y PAVO.i
Jeff Jacoby del Boston Globe, hace una pregunta parecida: ¿Por qué estaban agradecidos los peregrinos? ¿Tenían razón para estarlo? Si hubiéramos sido uno de los Peregrinos en 1621, ¿estaríamos agradecidos? Salieron para el nuevo mundo rumbo a Virginia, y por causa del mal tiempo, llegaron a Massachusetts. Después de un año de enfermedades y hambre, el grupo había sido reducido a la mitad, y a pesar de eso, ¿habría alguna razón para ellos estar agradecidos?
En un mundo secularizado como el nuestro, no habría muchas o tal vez ninguna razón por estar agradecidos. Sin embargo, analizando nuestro Texto, podemos notar que para el Cristiano, no importa las circunstancias por las que uno esté pasando, el AGRADECIMIENTO es requerido por DIOS. Veamos las siguientes razones.
-
Debemos ser agradecidos porque es la voluntad de Dios. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que Dios quiere que nosotros tengamos un espíritu de agradecimiento y no de murmuración lo cual es común en el ser humano.
-
Cuando las quejas y la inconformidad nos acechan, debemos recordar que nuestro deber es REGOCIJARNOS en todo tiempo. Pero, REGOCIJARNOS EN EL SEÑOR.
-
-
(Filipenses 4:4) «Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!»
-
-
-
Debemos aclarar que el apóstol Pablo al escribir esta carta, no era un hombre libre, sino que estaba preso, encadenado a un soldado Romano las 24 horas del día. Sin embargo, él dice: «Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!»
-
-
Debemos ser agradecidos por esa GRACIA maravillosa que DIOS nos ha otorgado por medio de la Obra Redentora de nuestro SEÑOR JESÚS. Esa es la mayor razón por qué debemos estar agradecidos a DIOS. Algunos aspectos de la salvación que debemos pensar y estar agradecidos:
-
-
Dios se interesa en nosotros llamándonos antes que pensemos en Él, y no rechazando al que viene a Él.
-
-
-
-
-
(Juan 6:37) «Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. »
-
-
-
-
-
-
Salvos por Gracia y no por obras Efesios 2:8-10 dice:
-
-
-
-
-
-
«Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; 9 no por[d] obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.»
-
-
-
-
-
-
Sin merecerlo, Cristo murió por nosotros, y por lo tanto, somos salvo por Su Gracia solamente.
-
-
-
Debemos ser AGRADECIDOS por la libertad religiosa que tenemos en esta nación para adorar a DIOS en público.
-
Ser agradecidos por lo que tenemos (Filipenses 4:6) «Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios.»
-
-
DIOS no nos promete riquezas, pero sí SUPLIR nuestras NECESIDADES. Así que Gracias a Dios por tener lo necesario.
-
Conclusión
¿Tenemos motivos para estar AGRADECIDOS? La respuesta es un gran SÍ, ya que si uno se pone a escribir las grandes cosas que DIOS ha hecho en nuestras vidas, no terminaríamos.
Que DIOS les bendiga.
*Todo Texto Bíblico ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Biblia Latinoamericana ce Hoy.
Notas:
i Herbert Lockyer, All the Holy Days and Holidays, p. 165, Zondervan.