Dios Manifestado en Carne

Por Daniel Brito

(1 Timoteo 3:16) «Indiscutiblemente, el misterio de la piedad es grande: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.» (RVC)

El Pilar más grande del Cristianismo es el hecho que el mismo DIOS, se hizo CARNE, o sea, parte de la humanidad. Ese es uno de los Misterios más grande que existen. Nunca en la historia se había visto eso, ni se verá otra vez.

JESUCRISTO no se manifestó como un espejismo o como un fantasma, como los docetistas creían en su error. Ni tampoco como los unicitarios (modalistas o sólo Jesús) creen, ya que, según ellos, Dios es una sola persona, y el Hijo, es una manifestación del Padre. O sea, en la Encarnación, el Hijo comienza a existir, pero es temporal. Ellos distorsionan el Texto para llamarlo una manifestación del Padre, negando la ETERNIDAD DEL HIJO.

Pero nótese que el Texto Sagrado dice que JESUCRISTO se Hizo carne, o sea, hombre, para hacerse parte de la creación, y así hacerse pariente del hombre para redimir al ser humano de la esclavitud del pecado. Veamos algunos Textos muy importantes a este tema, ya que muestran LA ETERNIDAD DEL HIJO y Su Encarnación como DIOS MANIFESTADO EN CARNE.

Juan 1:1-2 dice: «En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. ² Él estaba con Dios en el principio.» (NVI)

Nótese que, en el principio de las cosas creadas, así como leemos en Genesis 1:1 dice que ERA EL VERBO. O sea, EL VERBA YA EXISTÍA. Todo el que EXISTE antes del PRINCIPIO es DIOS.

Luego dice en el verso 14: «Y el Verbo se hizo hombre y habitó^[c] entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.» (NVI)

Gálatas 4:4 dice: «Pero cuando se cumplió el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer y sujeto a la ley». (RVC)

La ETERNIDAD del Hijo de Dios es bien clara, y Su igualdad con el Padre, al ser Él mismo el Creador de todas las cosas.

(Juan 1:3-4) «Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. ⁴ En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. ⁵ Esta luz resplandece en las tinieblas y las tinieblas no han podido extinguirla.» (NVI)

Luego dice en el verso 18: «A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre.» (RVC)

La NVI lo aclara aún mejor: «A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios^[d] y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.»

Hace unas semanas que estuvimos estudiando en el culto del jueves sobre la DEIDAD DE CRISTO en el vientre de María. Es importante poner atención a lo que nuestro Texto nos dice sobre la DEIDAD de nuestro SEÑOR JESUCRISTO, ya que Su DEIDAD no comenzó a ser evidente hasta el comienzo de Su Ministerio, sino que, en la ENCARNACIÓN, en la misma CONCEPCIÓN, ya el SANTO SER en María era TOTALMENTE DIOS y TOTALMENTE HOMBRE (humano). Eso es conocido como la UNIÓN de las DOS NATURALEZAS DE CRISTO.

Cuando María llegó a visitar a Elisabet, y ella LLENA DEL ESPÍRITU SANTO recibe la REVELACIÓN de quien es el niño JESÚS sin saber nada sobre el embarazo dice:

«¿Cómo pudo sucederme que la madre de mi Señor venga a visitarme?» (Lucas 1:43, RVC)

Aquí SEÑOR en el Texto griego, es el equivalente al NOMBRE DIVINO (JEHOVÁ o YAHVÉ).

Cuando Zacarías le dice a Juan que «porque irás precediendo al Señor para preparar sus caminos» (Lucas 1:76, RVC).

Aquí también SEÑOR es el equivalente al NOMBRE DIVINO (JEHOVÁ o YAHVÉ). Aclaramos una vez más que JESUCRISTO es Dios, de ahí que es DIOS MANIFESTADO EN CARNE.

El SEÑOR JESUCRISTO es quien REVELA al PADRE, y es la LUZ DEL MUNDO, y es por medio de Su Encarnación, que JESUCRISTO vino a dar Su Vida por los pecadores.

Que Dios les bendiga.

 

*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomada de la Santa Biblia Reina Valera Contemporánea, y la Santa Biblia Nueva Versión Internacional.