
AGUAS DE REPOSO ETERNO PARA NUESTRO SER
Por Daniel Brito
(Isaías 12:1-3) «En aquel día tú dirás: «Señor, yo te alabaré aunque te hayas enojado conmigo. Tu ira se ha calmado, y me has dado consuelo. 2 ¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!» 3 Con alegría sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación.»
Este pasaje del Antiguo Testamento nos hace pensar en los días en que vivimos. Son días tan difíciles cómo los días del profeta Isaías. Sin embargo, encontramos cómo en medio de la maldad, Dios no está callado, y nos está hablando por medio de Su Palabra.
Debemos entender que la «ira» de DIOS no cambia según la manera que nosotros pensamos, ya que, DIOS no cambia, Él siempre es el mismo. El profeta está anunciando la Obra de REDENCIÓN, está mirando al futuro a la Obra de JESUCRISTO en la Cruz del Calvario.
Es lo mismo que todo el sistema sacrificial del Antiguo Testamento anunciaba con todos esos ritos, la Obra Redentora de nuestro Salvador.
Toda la «ira» de DIOS fue depositada en el mismo DIOS, JESUCRISTO. Leamos otra vez los versos 2 y 3:
«¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!» 3 Con alegría sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación.»
Noten como la salvación aquí está personificada en UNA PERSONA, y no en una mera posesión.i Es por eso que DIOS es nuestra Salvación, o sea, Él es el autor, la causa, el agente, y el consumador. La salvación aparte de DIOS es impensable.ii
El profeta Isaías usa la figura del agua en más de una ocasión para representar la salvación. Esa figura se puede apreciar aún más cuando uno piensa en la importancia que el agua es para el ser humano, especialmente en medio de una sequía. Esa comparación se hace para mostrar lo que la «sequía espiritual» hace, y como es «refrescada» siendo provista de salvación, por medio del «agua» que solamente DIOS puede dar.
(Isaías 41:17-18) «Los pobres y los necesitados buscan agua, pero no la encuentran; la sed les ha resecado la lengua. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. 18 Haré brotar ríos en las áridas cumbres, y manantiales entre los valles. Transformaré el desierto en estanques de agua, y el sequedal en manantiales.»
Eso nos debe recordar las Palabras de JESUCRISTO a la mujer samaritana en el pozo de Jacob.
(Juan 4:13-14) «Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed —respondió Jesús—,14 pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.»
Esa salvación solamente se puede obtener por medio de la Obra de JESUCRISTO en la Cruz del Calvario. Por eso JESUCRISTO es como ya hemos mencionado, el AUTOR y CONSUMADOR de nuestra Salvación (Hebreos 12:2).
Que DIOS les bendiga.
*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.
Notas:
i Herbert Lockyer, All the Prayers of the Bible, p. 131, Zondervan.
ii Edward J. Young, The Book of Isaiah, Vol. 1, p. 403, (1965) Eerdmans.