¿Aprueba la Biblia la Esclavitud? (Continuación)

¿Aprueba la Biblia la Esclavitud?
Una respuesta al ateo Sam Harris 

por Pablo Santomauro

(Continuación)

En el Nuevo Mundo (y en el imperio romano también) los esclavos eran considerados «propiedad» con la correspondiente exclusión de su humanidad. En otras palabras, meterle una bala a un esclavo era como hacer lo mismo con un zapallo o calabaza. No existían obligaciones legales ni éticas para el tratamiento de las «propiedades». Más allá del caso ocasional del amo benevolente, el valor económico era el mayor elemento disuasorio contra el trato abusivo. En teoría, en el Nuevo Mundo (las Américas) existían algunos mecanismos preventivos para que los esclavos no fueran asesinados impunemente, pero esto no era aceptado en general. Hubo muy pocos casos en que los amos fueron castigados por la ley por matar a un esclavo. Casos como El Estado vs. Hoover (N. Carolina, 1839) y El Estado vs. Jones (Alabama, 1843) fueron la excepción y se consideraron sensacionales porque los dueños de esclavos fueron penalizados por castigar «correctivamente a sus esclavos al extremo de matarlos». [Británica]

Entremos ahora nuevamente en el túnel del tiempo, esta vez para desplazarnos al pasado más lejano:

» … En la mayoría de las sociedades neolíticas y de la Edad de Bronce [los esclavos no tenían derechos sobre su vida] … desde el antiguo Egipto hasta las estepas de Eurasia [los esclavos] eran sepultados vivos o muertos con sus amos para que los acompañaran al más allá. Entre los indios Tinglit de la costa noroeste los amos mataban a sus esclavos en ceremonias llamadas potlatches [sin traducción al español] para demostrar su desprecio por las riquezas y propiedades. También mataban a los esclavos viejos o de poco uso y arrojaban sus cuerpos al océano Pacífico. Un amo podía matar impunemente a sus esclavos en la Grecia de Homero, la antigua India, la República Romana, la China Han, los países islámicos, la Inglaterra anglosajona, la Rusia medieval, y muchas partes de sur Americano antes de 1830 … Este no fue el caso en otras sociedades. Los hebreos, los atenienses y los romanos bajo el principado restringieron el derecho de los dueños sobre la vida de los esclavos de su propiedad». [Británica – traducción flexible]

Demos ahora un vistazo general al Antiguo Testamento. Allí encontramos que:

a. La Ley prohibía el tratamiento injusto, establecía estipulaciones para el trato positivo, y prescribía serias limitaciones en cuanto a la disciplina/abuso de los esclavos. (Lv. 25.43; 25:46; 25:53; Dt. 15:18; Ex. 21:5)

b. La ley presupone que la situación podría ser lo suficientemente lucrativa para algunos sirvientes como para decidir quedarse con sus amos por el resto de sus vidas. (Ex. 21:5; Dt. 15:16)

c. El consenso académico es que la esclavitud doméstica no era abrumante o insoportable, se expandía más allá del concepto de «propiedad», y en su lugar creaba vínculos semejantes a los lazos de familia:

i. «… la esclavitud doméstica era con toda probabilidad bien tolerable. Los esclavos formaban parte de la familia y los varones, si circuncidados, podían tomar parte en la Pascua de la familia y otras funciones religiosas». [The Israelites, B.S.J. Isserlin, Thames and Hudson:1998, I:101]

ii. «La mano de obra esclava era usada en el servicio doméstico y por ende creaba una relación estrecha entre el señor y el siervo». [Hebrew Law in Biblical Times, Ze’ev Falk, Eisenbrauns:2001(2nd ed), p.114] 

iii. «El trato de los esclavos-propiedad indica que estos esclavos eran considerados seres humanos». [Slavery, Dictionary of the Old Testament Pentateuch, T. Desmond Alexander and David w. Baker (eds.) IVP:2003]

iv. «La dignidad personal del esclavo se evidencia también en las prescripciones relacionadas con las lesiones personales (Ex. 21:20-27) … Claramente, los derechos personales de los esclavos prevalecen sobre los derechos de propiedad por parte del dueño». (Ibid.)

v. «Interesantemente, cuando un siervo era liberado en un año sabático (sin pago de dinero), el dueño debía liberarlo con dones y posesiones materiales. (Dt. 15:12s)

vi. Todos los siervos debían tomar el sábado libre, al igual que sus señores. (Ex. 20:9; 23:12; Dt. 5:13s; 12:18)

vii. No solamente se prohibía terminantemente el trato abusivo del esclavo, sino que además se hacía a los señores responsables. Si el esclavo moría a causa del castigo, el dueño estaba sujeto a la cláusula de «vida por vida». (Ex. 21:20)

viii. Si el señor hiriere a un esclavo y el daño físico fuera permanente, el siervo debería quedar inmediatamente en libertad. (Ex. 21:26-27)

La evidencia presentada es suficiente para demostrar que el intento de Sam Harris (y del ateísmo militante en general) para socavar la pureza moral de la Biblia en el tema de la esclavitud, no pasa de ser una bravuconada de colegial mediocre.

Es también un ejemplo de la falacia ad misericordiam, el caso especial de recurrir a las emociones de un público poco instruido. Sam Harris utiliza recursos deshonestos para atacar la integridad bíblica, como cuando en referencia a Exodo 21:7-11 dice, «todo hombre es libre de vender a su hija como esclava sexual … aunque ciertos atenuantes aplican». [Sam Harris, Letter to a Christian Nation, p. 15. Ref. Exodus 21:7-11]

Harris ni siquiera menciona que en los días de AT, cuando un hombre vendía a su hija en calidad de sierva, ésta era parte de un pacto matrimonial aprobado por ella. Un hombre o su familia iniciaban típicamente la secuencia de pasos necesarios hacia la consumación del matrimonio. El padre de la novia recibía una oferta por su hija, no necesariamente monetaria, y ésta era aceptada primordialmente como una medida protectiva hacia su hija por parte de un padre que estaba enfrentando una situación económica desesperante. No se trataba de un padre desnaturalizado, sino de un padre asegurando una provisión adecuada para una hija en medio de una crisis extrema. El pasaje en cuestión (Ex. 21:7-11) provee leyes protegiendo a la mujer en matrimonios arreglados de esa forma.

«En el antiguo mundo, un padre afectado por la pobreza, podía vender su hija a una familia solvente a los efectos de asegurar su futuro. La venta presupone el matrimonio con el señor o el hijo del señor. Documentos que atestan transacciones legales de este tipo han sobrevido en las tablas de Nuzi. La Tora estipula que la joven debe ser tratada como una mujer libre. En caso de que el esposo designado tome una esposa adicional, él sigue obligado a sustentarla. Una violación de este contrato resulta en la libertad de ella, y el señor no recibe ninguna indemnización por el precio de compra». [The JPS Torah Commentary (5vols). Nahum Sarna (gen ed). JPS:1989]

El argumento de Sam Harris también es un ejemplo de la falacia ad populum. Este es un recurso usado por todo propagandista y/o demagogo. Es falaz porque reemplaza la laboriosa tarea de presentar elementos de prueba y argumentos racionales con lenguaje expresivo y otras artimañas calculadas para provocar entusiasmo, excitación, ira u odio.

A la luz de los documentos históricos queda en evidencia que:

1. La definición de esclavitud usada tácitamente por Sam Harris y otros misoteístas mal adaptados como él, no aplica al contexto bíblico, por ende, sus afirmaciones carecen de sentido. Su argumento esta descontextualizado y es alevosamente anacrónico.

2. El señor Sam Harris no hizo una investigación apropiada (quizá ninguna investigación) sobre el tema. Y si la hizo, fue totalmente abyecto en su aproximación, quedando demostrado que está interesado en cualquier cosa menos en la verdad.

3. La integridad de la Biblia sigue intacta. La vieja patraña usada por los ateos sobre la esclavitud condonada por Dios en el Antiguo Testamento queda desenmascarada una vez más.

4. El material presentado en nuestra refutación prueba que Dios intervino dentro de la cultura para regular una costumbre que en la zona del Antiguo Cercano Oriente era un recurso socio-económico que paliaba la situación del pobre y traía cierta estabilidad a la sociedad. Dios regula y legisla de modo que el trato a los siervos sea el más justo posible. 

5. Sam Harris es un demagogo de tercera categoría cuya hipocresía queda en evidencia cuando trata de convertirse en el paladín de los valores morales que como ateo no puede esgrimir, por más que insista de que es posible la existencia de moralidad sin la existencia de Dios.

Por último debemos abordar el tópico en referencia al Nuevo Testamento. Sam Harris cita en su libro, Carta a una Nación Cristiana, pasajes que él aduce comprueban que la Biblia aprueba la esclavitud. Tanto en Efesios 6 como en 1 Timoteo 6, el apóstol Pablo llama a los esclavos del imperio romano a conducirse decentemente y en sujeción a sus amos. Esto ya es suficiente para que Harris, usando los mismos argumentos de ateos tan amateurs como él, intente probar que la esclavitud contaba con un sello de complacencia por parte de Dios.

La situación de los esclavos en el mundo mediterráneo bajo la éjida del emperador romano era muy parecida a la de los esclavos de las Américas en los siglos recientes. No sólo eran considerados la clase social más baja, sino también se les despreciaba y acusaba de ser gente de la peor calaña. Esta predisposición no sólo era típica entre los gentiles sino también en ciertos sectores del judaísmo. En su tratamiento infantil y malintencionado del tema, Harris escoge ignorar la verdad de que fue el cristianismo el que elevó a la clase esclava al mismo nivel de dignidad que cualquier otra capa social. El NT deja bien en claro que en la nueva creación en Cristo, en referencia a la redención del hombre, quedan obliteradas las barreras étnicas, culturales, sociales, éticas y de género. Pablo expresa en sus escritos que en Cristo ya no existen judío ni griego, esclavo ni libre, varón ni mujer (Gá. 3:28) porque somos uno en Cristo. El apóstol reitera el pensamiento en Colosenses 3:11. Esto iba totalmente en contra del criterio general del momento histórico.

Veamos ahora los pasajes bíblicos primarios usados por los ateos para sostener su punto:

«Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas». (Ef. 6:5-9)

«Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas». (Col. 3:22-25)

Cualquier lector imparcial discierne que en estos pasajes, tanto esclavos como amos serán llamados a rendir cuentas delante de Dios. Esto también chocaba de frente con el criterio de la época. Cristo es Señor sobre todas las cosas, incluyendo las relaciones entre siervos y señores, por lo cual las transforma por medio de Su señorío sobre la vida de las personas de ambas categorías sociales.

No se necesita ser un genio para ver que la respuesta cristiana a la esclavitud, fue una que sutilmente socavaría la institución de la esclavitud, algo que todo político hábil haría. Cualquier medida radical, como Sam Harris parece pensar se debió haberse tomado, hubiera tenido consecuencias desastrosas. 

La respuesta cristiana fue la correcta, en lugar de promover una abolición repentina, se dieron los pasos necesarios para ir eliminando la esclavitud progresivamente por medio de la penetración de los valores morales/éticos/ espirituales del cristianismo. De haberse emitido un llamado inmediato para la liberación de los esclavos, se hubiera dado una serie de trágicas consecuencias, comenzando con la indigencia inmediata de niños-esclavos rescatados de las calles por sus amos, y el desamparo social de los esclavos ancianos, enfermos o discapacitados.

Es por ello que en el NT encontramos declaraciones que comienzan a distanciar a la iglesia del sistema de esclavitud:

1. Pablo condena explícitamente la trata de esclavos en 1 Timoteo 1:9-10. Esto naturalmente reduciría el suministro de esclavos en los hogares cristianos.

2. Pablo manda a los cristianos a no hacerse esclavos (1 Cor. 7:23).

3. Pablo les dice a los creyentes que si pueden, consigan su libertad (1 Co. 7:21).

4. Pablo exhorta a Filemón a liberar a Onésimo (Fil. 16,21).

Como mencionamos anteriormente, la situación histórica era muy compleja como para dar la orden de «libertad ahora»:

v Muchos esclavos aun estaban en su infancia o niñez. Habiendo sido rescatados de su abandono, en ese momento sus amos proveían por sus necesidades.

v Muchos esclavos eran de edad avanzada o estaban enfermos, prácticamente incapaces de vivir en libertad.

v El imperio romano no poseía un sistema de ayuda adecuado para los indigentes (el emperador Julián se lamentaría luego sobre esto, diciendo que la comunidad cristiana era la única en condiciones de proveer servicios de asistencia al mundo necesitado).

v En ese momento histórico ya se esbozaban esperanzas en la legislación (además de apoyo intelectual) para un mejoramiento de las condiciones del esclavo. «Las crueles perspectivas de Cato, quien aconsejaba que los esclavos trabajaran como bestia de carga para que se mueran en lugar de hacerse viejos e inservibles, fueron reemplazadas por las perspectivas más humanitarias de Séneca, Plinio y Plutarco, que se acercaban mucho a las enseñanzas de los apóstoles». [Schaff]

v Aun si hipotéticamente Pablo hubiera logrado que el imperio concediera la emancipación de los esclavos, el caos social y económico hubiera sido inimaginable, teniendo en cuenta que los esclavos constituían entre el 30 y 40 por ciento de la población total del imperio romano.

Es obvio que desde el punto de vista práctico, hubiera sido imposible emitir un mandamiento de emancipación unilateral de parte de la comunidad cristiana. Algunos comentaristas dicen que si los apóstoles hubieran llamado a la insurrección de los esclavos, los romanos la hubieran aplastado sangrientamente (recordar cómo le fue a Espartaco – 73 d.C.), demorando en algunos años de esa forma, la inevitable propagación del Cristianismo. 

Sam Harris ha demostrado ser un perfecto ignorante en el tema. Su aguda esclerosis mental queda en evidencia cuando descontextualiza la Biblia con la finalidad de hacerla apoyar lo que él quiere decir. Sus horrendas triquiñelas no terminan ahí. Usa el argumento de que los esclavistas de recientes siglos usaron la Biblia para justificar la validez del tráfico de esclavos, no considerando para nada que fueron cristianos los que lucharon hasta lograr la emancipación de éstos (volúmenes de documentos atestan por ello). Ante esto último, su contestación es que la gente siempre ha levantado textos de la Biblia para justificar sus posiciones. Curiosamente, ésto es lo que Harris hace para apoyar la suya.

La Biblia nunca aprueba la esclavitud al estilo siglos 18 y 19 como Harris afirma. Por el contrario, el NT reivindica plenamente la humanidad de los esclavos elevándolos a la igualdad con sus amos. Con un manifesto impregnado de los principios establecidos por los apóstoles, el sistema de esclavitud pagano no podría sobrevir por mucho tiempo. Y en efecto, no pudo.

En vista de la ignorancia o mala fé de Sam Harris, es natural entender el por qué no ha querido debatir sus opiniones con filósofos cristianos de renombre. Debe ser porque como todo ateo, es definitivamente incapaz de defender sus ideas con un mínimo grado de persuasión, y de presentar una crítica coherente del cristianismo.

La gran mayoría de los ataques a Dios por parte de Harris no son argumentos, sino meros alegatos sin base alguna. Sus desplantes o rabietas son comparables a un niño de primer grado llamándole «malo» a su compañero de clase. <>

========= 

1. Public Broadcasting System – Canal Estatal en USA
2. http://www.pbs.org/wnet/religionandethics/week1019/interview2.html
3. Revista Newsweek, Abril 9, 2007.

Instrumentales en este trabajo fueron las publicaciones de internet a continuación, sin las cuales hubiera sido imposible brindar la información disponible:

http://www.christian-thinktank.com/qnoslave.html Todas las citas de documentos históricos fueron tomadas de esta página.

http://www.tektonics.org/gk/harrisletter.html, Letter to a Maladjusted Misotheist por J.P. Holding.

Nuestro agradecimiento sincero a los hermanos por el tiempo empleado y su investigación impecable. Es imposible mejorar sobre lo que han escrito, por lo cual el grueso de nuestro aporte ha sido extractado de ello. 

*Este artículo fue publicado con el permiso del apologista Pablo Santomauro.

11 comentarios en “¿Aprueba la Biblia la Esclavitud? (Continuación)

  1. Qué bien q lo leí por que no entendía por qué avía esclavitud en aquel tiempo y era aseptable pero leyendo comprendo una ves que Dios es bueno y no ay esepsion de personas

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  2. ¡Hola!

    Vamos a resumir los dos artículos porque fueron un poco largos (y me corriges si estoy mal):

    1) La biblia permite que las personas sean PROPIEDAD de otras personas, osea, la biblia permite la esclavitud.
    2) Un padre puede vender a sus hijos como esclavos.
    3) Y estaba bien tener esclavos mientra no se los maltratara… mucho.

    A pesar de todas las «excepciones» que has dado, la situación sigue siendo monstruosamente inmoral.

    No importa si la esclavitud de esa época era diferente, incluso mejor que esclavitud moderna, poseer como propiedad a un ser humano es inmoral (punto).

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  3. Hola anónimo,
    Es interesante que después de tu «análisis» terminas diciendo que es inmoral. Te debo recordar que, si no crees en DIOS, entonces la moralidad o inmoralidad es relativa. O sea, por milenios, las sociedades con diferentes creencias han considerado aceptable el sacrificio humano, el infanticidio, el aborto, la eutanasia, el adulterio, pedofilia, etcétera. Lo mismo ocurre en nuestros días, donde ciertas prácticas antiguas son vistas como deplorables, y otras aceptables por la sociedad. No es otra cosa que relativismo.

    Saludos.

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  4. ¡Hola pastor!

    Gracias por responder.

    1. Tengo una pregunta curiosa: ¿cómo llegaste a la conclusión que si Dios no existe, entonces la moralidad es relativa?

    2. Por otro lado, si, es mi OPINIÓN es que poseer es personas como propiedad es increiblemente inmoral, pero, ¿es tu opinión realmente que poseer personas no es inmoral?

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  5. Estimado ateo, creo que me expliqué bien, y es que si no crees en DIOS, entonces tus creencias morales son relativas. Poseer un esclavo es inmoral pero abortar a un bebé no lo es (un ejemplo). La Biblia nos ha dejado
    absolutos sobre lo que es moral e inmoral.

    Saludos.

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  6. Sobre tu pregunta si yo creo que es inmoral poseer personas, por supuesto que sí. Pero recuerda que estamos hablando 2, 3 o 4 mil años atrás. Tú seguramente que hubieras pensado que estaba bien, ya que para las distintas sociedades era aceptable.

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  7. ¡Hola pastor!

    La pregunta es entonces, ¿está Dios, hoy, en contra de poseer personas?

    Gracias de nuevo

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  8. Estimado ateo, la respuesta es por supuesto que sí. Como dice el artículo:

    «Es por ello que en el NT encontramos declaraciones que comienzan a distanciar a la iglesia del sistema de esclavitud:
    1. Pablo condena explícitamente la trata de esclavos en 1 Timoteo 1:9-10. Esto naturalmente reduciría el suministro de esclavos en los hogares cristianos.
    2. Pablo manda a los cristianos a no hacerse esclavos (1 Cor. 7:23).

    3. Pablo les dice a los creyentes que si pueden, consigan su libertad (1 Co. 7:21).
    4. Pablo exhorta a Filemón a liberar a Onésimo (Fil. 16,21).»

    Gracias por leer estos artículos aunque sí están largos.

    Saludos.

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  9. ¡Hola!

    Ok, entonces ¿Dios estaba o no de acuerdo con la esclavitud en el Antiguo testamento? (estaba bajo la impresión que habiamos acordado que Dios estaba de acuerdo con la esclavitud según el antiguo testamento, y además entendia que el Dios cristiano no cambiaba)

    1. En el pasaje que mencionas no veo nada sobre la esclavitud (estoy usando la biblia versión reina valera).

    2, 3 y 4. Por cada ejemplo donde el NT habla vagamente sobre la esclavitud tenemos más ejemplos donde el NT habla a favor de la esclavitud:
    e.g.
    – 1 Timoteo 6:1-5
    – Efesios 6:5
    – Colosenses 3:22
    – Colosenses 4:1
    – Tito 2:9-10
    – 1 Pedro 2:18

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  10. Estimado ateo, es obvio que tu argumento es totalmente circular. No importa la explicación, siempre regresas a lo mismo.
    Lo que sí vuelvo a repetir es que ya que no crees en DIOS y hablas de moralidad e inmoralidad, eso es en realidad relativo,
    ya que todo eso depende a lo que tú consideras moral y a lo que la sociedad considera moral o inmoral.

    Saludos.

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