
El 13 de marzo de 1963, mientras Fidel Castro hacía un discurso a los estudiantes de la Universidad de la Habana durante la noche, tropas del gobierno llegaron al Instituto Bíblico y lo confiscaron, enviando a los estudiantes a la carretera central para regresar a sus casas y deteniendo a los maestros y al Director.
El pastor Brito y otros pastores llegaron en la madrugada para saber lo que había pasado con los estudiantes y fueron detenidos e interrogados por cuatro horas. El pastor Brito narra como es que el Espíritu Santo les dio palabras para poder responder.