Preocupándose por los regalos de Navidad
Por John Brito
Al ver las Navidades acercarse rápidamente, es fácil preocuparse por los gastos asociados con el dar regalos. Y si Ud. es un padre como yo, entonces Ud. probablemente se preocupa por tener el dinero para comprarle a sus hijos lo que quieren para Navidad. Pero no deberíamos preocuparnos por ésto. Déjeme decirle por qué.
Cuando tenía como unos nueve años, mi hermano, mi hermana y yo corrimos al árbol de Navidad una mañana de Navidad para desenvolver los regalos. Para nuestra sorpresa no recibimos las figuras de acción Wolf Pack (¿alguien recuerda aquellos?) o los G. I. Joes que habíamos estado esperando. En vez de eso, cada uno recibió un libro de colorear y una caja de colores. Eso fue todo. Así que nos volvimos a nuestros padres para ver si había algunos otros regalos que faltaran por desenvolver. Pero mi papá nos pidió perdón y nos dijo que no podía darnos más ese año, así que nosotros tres le dijimos a nuestros padres que apreciábamos los regalos y comenzamos a colorear. Después de colorear algunas páginas los tres corrimos hacia nuestros padres para enseñarles lo que habíamos coloreado, y les agradecimos otra vez por los libros de colorear y los colores. Una vez más mi papá expresó lo mal que se sentía por no poder darnos mejores regalos y luego nos contó una historia triste. El dijo que cuando vivimos en España le dijo a mis tres hermanos mayores que no había Reyes Magos que le trajeran regalos a los niños el día de Navidad. El hizo esto porque mis hermanos se levantaban la mañana de Navidad para descubrir que los tres Reyes no les habían dejado ningún regalo a ellos, mientras los hijos de los vecinos se despertaban encontrando bicicletas, juguetes y pelotas de fútbol. ¿No es ésto triste? Recuerdo que trataba de consolar a mi papá diciéndole que yo estaba muy contento con el libro de colorear y por todo lo que él y mi mamá hacían por nosotros durante todo el año.
Al meditar sobre este recuerdo de Navidad he podido ver tres puntos que extraer.
Dé de acuerdo a sus posibilidades.
No te sientas culpable si no puedes cumplir con lo que tus hijos esperan que les regales, o, en lo que a esto respecta, cualquier otra persona.
Enseña a tus hijos a que aprecien lo que reciben Recuerde, el dar buenos regalos el día de Navidad no es un requisito para ser un buen padre.
Y un versículo para recordar: “Den en proporción a lo que tienen” 2 Cor. 8:11 NTV
*Traducido del Inglés por: Julia Barbeito.
**John Brito es pastor de la iglesia Spirit Life Community Church en Norwalk, California.
Gracias por compartir . Dios lo bendiga , Hno. Daniel Brito .
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Gracias hermano.
Bendiciones en Cristo.
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