¿Quién es como el SEÑOR?
Por Daniel Brito
(Miqueas 7:18-19) «¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.
19 Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.»
El profeta Miqueas fue contemporáneo del profeta Isaías, unos ocho siglos antes de JESUCRISTO. Su nombre significa: ¿Quién es como JEHOVÁ?,i un significado bien mostrado en su mensaje, como nos dice Carlos Morris en su comentario, «indicando de ese modo el carácter único e incomparable de Dios. Su mismo nombre era un testimonio de este hecho al pueblo de su época, y un desafío tanto a los falsos profetas como a los sacerdotes y pecadores.»ii
La pregunta de Miqueas: ¿Quién es como el SEÑOR? Es una comparación al único y VERDADERO DIOS con todos los falsos dioses. Pero, simplemente, NO HAY COMPARACIÓN entre el VERDADERO DIOS y los falsos dioses.
Eso mismo lo podemos ver en el canto de Moisés después que JEHOVÁ había hecho pasar al pueblo de Israel en seco, ahogando y enterrando al ejército del Faraón en el mar Rojo.
(Éxodo 15:11) «¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses? ¿Quién se te compara en grandeza y *santidad? Tú, hacedor de maravillas, nos impresionas con tus portentos.»
Debemos notar que las DIEZ plagas que JEHOVÁ le había enviado al pueblo egipcio, estaban relacionadas con las falsas creencias en los falsos dioses egipcios.
De ahí que JEHOVÁ TRIUNFA sobre los dioses, porque son FALSOS dioses, pero también TRIUNFA, al mostrar que JEHOVÁ siendo el VERDADERO y único DIOS, es MISERICORDIOSO.
La comparación se debe hacer con todo falso dios en las diferentes culturas y naciones, y poder ver todas las cosas que esos dioses falsos exigían y/o exigen. Sabiendo que detrás de todos esos falsos dioses están los demonios.
Los cristianos debemos entender la importancia de reconocer la SERIEDAD del pecado y sus consecuencias. Creo que muchas veces el cristiano no pone atención a las consecuencias del pecado, o aun de donde nos ha sacado el SEÑOR.
(Salmo 103:8-12) «El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. 9 No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente. 10 No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. 11 Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. 12 Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.»
El simbolismo de enterrar los pecados en el fondo del mar (Miqueas 7:19), al igual que el Texto de Isaías 43:25, es que DIOS los quita y no los trae más a la memoria. Eso no quiere decir que DIOS se olvida de ellos, porque es imposible que DIOS olvide, pero como ya hemos dicho, DIOS no los trae más a la memoria. Eso es algo que solamente DIOS puede hacer, porque el ser humano, aunque dice que olvida, vuelve a recordar lo que perdonó y a quien perdonó, y por qué perdonó.
Que Dios les bendiga.
i Carlos A. Morris, los mensajes mayores de los profetas menores, p. 101, editorial CLIE.
ii Ibid.