DECISIONES
Por: Daniel Brito
La Palabra de Dios dice mucho sobre las decisiones que uno debe hacer. ¿Qué podemos decir de Jonás? Algunos críticos han negado la historicidad de este libro, y una de las razones ha sido porque se menciona a un pez grande que se traga vivo a Jonás. Debemos saber que la Biblia nos muestra a un DIOS de milagros, y donde las imposibilidades no existen.
Jonás 3:3-10 «Jonás se levantó y, conforme a la palabra del Señor, fue a Nínive. Y era Nínive una ciudad grande en extremo, de tres días de camino. 4 Jonás comenzó a recorrer la ciudad, camino de un día, y en su predicación decía: «¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!» 5 Todos los habitantes de Nínive creyeron a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de cilicio. 6 Cuando la noticia llegó hasta el rey de Nínive, éste se levantó de su trono, se despojó de sus vestidos, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza; 7 luego ordenó que, por mandato suyo y de sus altos personajes, se proclamara en Nínive este decreto: «Ningún hombre ni animal, ni tampoco ningún buey ni oveja, debe probar bocado ni alimento alguno, ni beber agua. 8 Al contrario, hombres y animales por igual deberán cubrirse de cilicio y clamar a Dios con todas sus fuerzas. Apártese cada uno de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos. 9 ¿Quién sabe? Tal vez Dios se arrepienta y el ardor de su ira se calme, ¡y entonces no pereceremos!» (RVC)
En la Biblia encontramos grandes ejemplos de personas como nosotros que tuvieron que enfrentar situaciones adversas o difíciles. Las DECISIONES que hacemos, pueden afectarnos por mucho tiempo; algunas para toda la vida, y otras, para toda la eternidad.
Mucho se ha dicho de Jonás y su desobediencia, el milagro del pez, etcétera, pero poco se ha dicho de la decisión de los ninivitas. Nínive era la capital del impero Asirio, ese imperio fue conocido por su crueldad hacia las otras naciones.
Jonás sabía muy bien el peligro que esa nación presentaba para su pueblo Israel. Así que prefería sacrificar su vida para que los asirios no recibieran el perdón de DIOS. Es por eso que Jonás es conocido como el profeta patriótico.i
La maldad, la idolatría, y la violencia habían llegado a su colmo. No se sabe hasta dónde duró ese arrepentimiento, pues un siglo después ellos se llevaron a las diez tribus del norte de Israel cautivas.
La decisión de los Ninivitas. (v. 5) «Todos los habitantes de Nínive creyeron a Dios y decretaron ayuno, y desde el mayor hasta el menor se vistieron de cilicio.» (RVC)
Lo que el arrepentimiento no es. Mucha gente tiene una idea equivocada sobre lo que el arrepentimiento es. Creen que arrepentirse es solamente aceptar el error sin corregirlo. Con arrepentirse calman su conciencia, pero no cambian su camino.
El arrepentimiento de los ninivitas incluía la idea del cambio. El ayuno y la ceniza era una forma de luto. Estaban en luto porque se estaban arrepintiendo. Escucharon un mensaje de destrucción solamente. Jonás no les predicó salvación. Jonás no les dio esperanza. Deciden cambiar por fe, creyendo que el DIOS de los judíos era Poderoso. «¿Quién sabe? Tal vez Dios se arrepienta y el ardor de su ira se calme, ¡y entonces no pereceremos!» (verso 9; RVC).
JESUCRISTO verificó este hecho diciendo que ellos se levantarán en el día del juicio y condenarán a la generación israelita que lo escuchó a Él y no lo recibió como el CRISTO (Mateo 12:41).
«En el juicio, los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más grande que Jonás.» (RVC)
Para concluir, así como los NINIVITAS hicieron una buena decisión, así también todo creyente debe hacer no solamente UNA buena decisión, sino que todos los días desde que uno se levanta hasta que uno se acuesta, tenemos que hacer buenas decisiones. Recordando que, si dependemos de la ayuda del Espíritu Santo, Él nos guía a toda verdad (Juan 16:13).
Que Dios les bendiga.
*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomado de la Santa Biblia, Reina Valera Contemporánea.
i Carlos Morris, Los Mensajes Mayores de los Profetas Menores, p. 88, Editorial CLIE, 1986.