SIEMPRE AGRADECIDOS

Por Daniel Brito

Lucas 10:17-20 «Cuando los setenta y dos volvieron, estaban muy contentos y decían: «Señor, en tu nombre, ¡hasta los demonios se nos sujetan!» ¹⁸ Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. ¹⁹ Miren que yo les he dado a ustedes poder para aplastar serpientes y escorpiones, y para vencer a todo el poder del enemigo, sin que nada los dañe. ²⁰ Pero no se alegren de que los espíritus se les sujetan, sino de que los nombres de ustedes ya están escritos en los cielos.» (RVC)

El SEÑOR JESUCRISTO había enviado a 70 o 72 de Sus discípulos para hacer la obra de EVANGELIZACIÓN. Estos fueron enviados de dos en dos al igual que los apóstoles habían sido enviados anteriormente. El SEÑOR JESUCRISTO los envía con la «autoridad» encontrada en el NOMBRE de JESÚS para proclamar el EVANGELIO y orar por los enfermos, y aun de echar fuera demonios. La respuesta de los 72 a su regreso, era una de admiración, porque aún los demonios se SOMETÍAN al NOMBRE DE JESÚS. Veamos ahora algunas observaciones:

En primer lugar, es que JESUCRISTO menciona como Él vio a Satanás caer como un rayo. Nótese que El SEÑOR JESÚS, el preexistente Hijo de DIOS, literalmente vio a Satanás caer del Cielo a la tierra, la cual es ahora la prisión para los malos espíritus que lo siguieron.ⁱ Pero también como dice Pablo Hoff: «Más bien, Jesús veía en las modestas victorias de sus discípulos sobre los agentes de Satanás una señal de la derrota final del Maligno mismo»ⁱⁱ y como agrega el gran comentarista del siglo 16 Matthew Henry: «Satanás y su reino caían ante la predicación del Evangelio. Caen como un rayo, del trono que ocupa en el corazón de los hombres. Cristo conocía de antemano que, dondequiera fuese recibido el reino de los cielos, caería el reino de Satanás.»ⁱⁱⁱ

Nótese como el simple hecho de predicar el Evangelio es ocasión para uno alegrarse, y es porque cuando compartimos o Predicamos el Evangelio, trae liberación espiritual a vidas atadas por el pecado y por los demonios.

En segundo lugar, el SEÑOR JESUCRISTO les dice a ellos que no se sientan «orgullosos» por haber sido usados por el SEÑOR compartiendo el Evangelio con otros, más bien deberían estar AGRADECIDOS porque sus nombres están escritos en el Cielo.

Aquí tenemos el punto clave, y es que lo más importante en la vida es SABER que el nombre de uno está escrito en el CIELO.

El ser llamado «hijo de DIOS» es un privilegio, y es lo que constituye al creyente «Ciudadano del Cielo».

(Juan 1:12-13) «Pero a todos los que recibieron la Palabra, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios; 13los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.» (RVC)

PARA MUCHOS SURGE LA PREGUNTA que, en medio de dificultades causadas por la pandemia, por otras enfermedades, por falta de trabajo, o por la pérdida de un ser querido sobre si en realidad tenemos razones o motivos para dar GRACIAS. La respuesta es que como ya hemos visto en nuestro Texto, el simple hecho de saber que nuestro nombre está escrito en el Cielo es el mejor motivo para dar GRACIAS. Eso es porque lo más importante para todo cristiano es la SALVACIÓN DEL ALMA, lo cual significa que hemos recibido VIDA ETERNA, y debe ser ocasión para DAR GRACIAS A DIOS.

Así que en este mes que celebramos el DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS en esta gran nación, recordemos que todos tenemos muchos motivos para dar GRACIAS A DIOS, pero el más importante es porque si estamos EN CRISTO, nuestros nombres están escritos en el Cielo.

Que DIOS les bendiga.

*Todo Texto Bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia, Reina Valera Contemporánea.

Notas:

i Osborne, Grant R.. Luke Verse by Verse (Osborne New Testament Commentaries) (p. 277). Lexham Press. Kindle Edition.

iiPablo Hoff, Se Hizo Hombre, p. 182, Editorial VIDA, 1990.

iiiMatthew Henry, Comentario Bíblico de Matthew Henry, traducido y editado por Francisco Lacueva, p. 294, editorial CLIE.