Cuando huir es cosa de valientes
Otra paradoja en el servicio a Dios
No siempre la huida es la actitud del cobarde. Hay ocasiones cuando el valiente para salvar los grandes valores eternos, ha de huir, porque a veces en una huida se gana una gran victoria. Veamos:
Génesis 19:20 — una huida fue la salvación del juicio y la ira de Dios. Huir de la contaminación y la vileza que nos rodea. ¡Huid!
Génesis 39:12 — una huida fue el escape de una caída en el pecado. Huir de la promiscuidad y el desorden moral actual. ¡Huid!
Hechos 14:16 una huida fue la forma para seguir predicando por doquier. Otros campos demandan
nuestra acción ¡Huid!
I Corintios 6: 1 8 una huida de la fornicación y otros pecados. Para guardar el testimonio y el ministerio que Dios nos entregó. ¡Huid!
I Corintios 10:14 – una huida de la idolatría (muchas cosas pueden ser ídolos) para no fallarle al Señor. ¡Huid!
I Timoteo 6: 1 1 una huida del amor al dinero. Para no materializarnos y perder la razón de nuestro oficio. ¡Huid!
I Timoteo 2:22 — una huida de las pasiones frívolas. Para no dar lugar a la carne.
2 Pedro 1 :4 — una huida de la corrupción del mundo. Para salvarnos.
Sé valiente, pero guarda tu tesoro eterno aunque tengas que huir.
*Tomado de la revista EL MENTOR, número 14, Octubre – Diciembre 2012.
**Director: Héctor Pereira Sánchez.
***Publicada por la Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba (Asambleas de Dios).