Preguntas Recibidas: ¿Errores Bíblicos?

Preguntas recibidas.

 

1.     ¿Qué quiso decir Jesucristo con “el que oyó al Padre”?

2.     El suegro de Moisés: ¿Jetro, Reuel o Hobab? ¿Errores de la Biblia?

3.     Aparente contradicción bíblica: ¿Juzgar o no juzgar?

 

1)   ¿Qué quiso decir Jesucristo con “el que oyó al Padre”? 

Estimado hermano Pablo:

En Juan 6:45 dice: ‘Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de Él, viene a mi”. Este texto tiene una referencia a Isaias 54:13, el cual dice: “Y todos sus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos”. Es aquí donde no logro entender mucho la relación de ambos pasajes y me lleva a plantear algunas preguntas, como ésta:  ¿Qué quiso decir Jesucristo con ‘el que oyó al Padre’? ¿Es ésta una referencia a la voz del Padre que vino del cielo cuando Cristo se bautizó?

 

Respuesta:

Lo primero que debemos entender es que las palabras de Jesucristo en Juan 6 fueron dadas en el contexto de la salvación de Dios a los que creyeron, creen y creerán en él. En ningún momento es una referencia a escuchar la voz audible del Padre. Si hubiera sido así, sólo los que estaban presentes durante el bautismo de Jesús hubieran sido salvos, i.e., aquellos que lo estaban escuchando en ese momento. De igual manera, cuando Jesucristo dice unos versículos antes que la voluntad del Padre es «que todo el que VE al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna» (Juan 6:39), no significa que sólo aquellos que lo vieron con los ojos físicos serían salvos. «Oir» y «ver» son usados como sinónimos de «creer

Este es el orden de la declaración de Cristo:

1. El Padre trae a mí los que han de ser salvos (v.44).
2. Los que oyen al Padre vienen a mí (v.45).
3. El que viene a mí tiene vida eterna (v.47).

Se trata de una metáfora que expresa la obra de salvación que comienza con la elección o el llamado del Padre y que conduce en última instancia a la salvación. El resultado o el logro final es la salvación. Todo el pasaje aplica a aquellos que en ese momento fueron salvos y a aquellos que de ahí en adelante serían destinados a ser salvos (incluye por definición a los santos del AT). Algo similar podemos apreciar en Juan 10, donde Jesús dice que su ovejas oyen su voz (vv. 3,16).

Resumiendo: La «voz» de este último pasaje, así como la acción de «oir al Padre», no tiene nada que ver con una voz audible. Se trata del llamado efectivo del Padre, gestado por medio del Espíritu Santo trayendo incrédulos a la salvación. Puesto de otra forma, es la obra del Padre que permite que el creyente sea atraído hacia los brazos de Cristo.

La referencia a Isaías 54:13, “Y todos sus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos”, es correcta ya que el contexto mesiánico del pasaje corresponde con la venida de Cristo. La profecía se hace realidad en la persona de Jesús, quien es por derecho propio, Jehová (“Jehová” es  un nombre que aplica tanto a toda  la Deidad como a cada miembro de la Trinidad).<>

2) El suegro de Moisés: ¿Jetro, Reuel o Hobab? ¿Errores de la Biblia? 

Nota: Esta pregunta viene de una persona hostil a la fe cristiana.

 

Respuesta:

La pregunta se refiere a las variantes presentadas en el AT en referencia a los distintos nombres dados para identificar al suegro de Moisés. He aquí los pasajes:

 Exodo 2:18 —   “Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto?”

Exodo 3:1 –  “Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián …”

Jueces 4:11 —  “Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes”.

 

Por lo general yo no contesto ninguna de las preguntas o supuestas contradicciones que se originan en las websites administradas por las pequeñas y torturadas almas que no tienen noción alguna de cómo leer documentos de la antigüedad.

A pedido de un amigo administrador de una página de internet haré una excepción esta vez. Como no quiero inventar la rueda, le ofrezco aquí a nuestro amigo la mejor respuesta que encontré en el tema, cortesía de J.P. Holding (http://www.tektonics.org/lp/mosdad.html):

 ¿Quién era el suegro de Moisés? ¿Reuel? ¿Jetro? ¿Hobab? La respuesta más popular es: En este caso estamos frente a la conocida costumbre del Antiguo Medio Oriente de usar múltiples nombres para personas o ciudades de acuerdo con el contexto, como en el caso de Jehová y Elohim.

Reuel significa «amigo de Dios» y era probablemente el nombre original, pero la palabra «padre» es ‘ab’ y se refiere también al máximo patriarca de un clan.  Reuel, como el supremo patriarca, era el que hacía todos los arreglos matrimoniales para sus descendientes mujeres. Reuel era probablemente el abuelo de las jóvenes (o quizá el bisabuelo) que Moisés defendió junto al pozo de agua, y esto es perfectamente válido dentro de la combinación de las palabras padre/hija. En la cultura de la antigüedad era perfectamente aceptable decir que un abuelo o bisabuelo era el padre de alguien (Ej: Jesús era llamado Hijo de David). Por inferencia lógica, se puede decir que alguien era «suegro de», no siendo exactamente el padre directo de la esposa. 

Jetro quiere decir «su excelencia». Es obvio que su otro nombre era Reuel por la proximidad de ambos, tan solo 8 versículos (Ex. 2:18; 3:1), por lo tanto Reuel y Jetro son la misma persona. 

Nos queda Hobab (Jue. 4:11). Este era el suegro directo de Moisés. Algunos escépticos tratan de incluir Números 10:29 en la ecuación, pero fallan en no citar el pasaje totalmente: «Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro …» Los críticos suprimen la parte acerca de Ragüel, que no es más que una variante linguistic de Reuel, pero esto sirve para reafirmar nuestro punto: Reuel/Jetro era el patriarca supremo, Hobab era su hijo y el suegro de Moisés. <>

3) Aparente contradicción bíblica: ¿Juzgar o no juzgar?

Nota: Este mensaje me fue enviado por una persona realmente agresiva.

A ver don Pablo, resuelva este galimatías:

Mt 7, 1; Lc 6, 37; Jn 8, 3ss; Rm 2, 1; 14, 13; I Cor 4, 5; Sant 4, 11: «No juzguéis, para que no seáis juzgados»

«No juzguéis según la apariencia. Juzgad con juicio justo»: Jn 7, 24; Pr 24, 23; Is 11, 3; Zc 7, 9

«En cambio, el hombre de espíritu lo juzga todo; y a él nadie puede juzgarle»: I Cor 2, 15; 5, 3

Si decido perder más el tiempo usted le mandaré más contradicciones. Tengo a montones.

Respuesta:

No veo la confusión ni la contradicción. El contexto define el sentido de la palabra.
Mateo 7:1 y similares se refieren a aquellos que pensando que son justos, juzgan a otros e implícitamente piensan que ellos son mejores que los demás. Eso es ponerse en el lugar de Dios. Los fariseos hacían eso. El tipo de juicio al que se refiere el pasaje es un juicio final y definitivo, equivale a «condenar». Eso se desprende del tiempo en que está conjugado el verbo (krino). Nunca debemos juzgar los motivos internos que un hermano en Cristo pueda tener para hacer algo. Si somos implacables con otros, los otros serán también rígidos con nosotros. Al condenar a otra gente, los fariseos no sólo se ponían en el lugar de Dios, también pensaban que de esa forma ellos lucían bien. Jamás consideraron que un día Dios los iba a juzgar a ellos. El principio en el pasaje es que el juicio debe comenzar por nosotros, mirar nuestros pecados, confesarlos y arrepentirnos. Recién luego estaremos en condiciones de ayudar a otros.

Juan 7:24 — «No juzguéis según las apariencias; sino juzgad con juicio justo».

Muy sencillo. ¿Está diciendo el pasaje que no debemos juzgar? ¡No! Por el contrario, nos manda juzgar pero teniendo la información correcta. La idea aquí es no juzgar superficialmente. Se trata de no juzgar a alguien o algo sin tener todos los ángulos cubiertos.

Finalmente, «En cambio el espiritual juzga todas las cosas, pero él no es juzgado de nadie» (1 Co. 2:15). El contraste aquí es entre la persona que es salva (llamada «espiritual» porque el Espíritu Santo habita en ella), y la persona no salva (llamada «natural» porque no tiene el Espíritu (v. 14).

El equivalente de la palabra «juzgar» aquí es «discernir». La palabra en griego puede significar «discernir», «distinguir», y también «condenar» (como en el caso de Mateo 7:1).

Una de las marcas de madurez es el discernimiento, o sea la habilidad de penetrar por debajo de la superficie de la vida y ver las cosas como realmente son. Los incrédulos caminan «por vista» y realmente no ven nada. Son espiritualmente ciegos.

El cristiano que va madurando crece en su discernimiento espiritual y desarrolla la capacidad (con el poder del Espíritu) de entender más y más la mente de Dios.

La persona que no es salva no puede entender o discernir al cristiano; vive en un mundo diferente. 1 Corintios 2:15 NO sugiere que la gente que no es salva no puede señalar los defectos en la vida del cristiano (lo hacen a menudo y bien), pero el incrédulo no puede penetrar con un entendimiento total y discernir lo que la vida cristiana es.

Una vez más, no hay contradicción ninguna.<>

*Este escrito fue publicado en este blog con el permiso del apologista Pablo Santomauro.

2 comentarios en “Preguntas Recibidas: ¿Errores Bíblicos?

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