Sirviendo humildemente
Por John Brito
A todos nos gusta el buen servicio en un restaurante, hotel o tienda. Nos encanta ser servidos. Sin embargo, el ser un discípulo de Jesús requiere que sirvamos a otros humildemente. Juan 13: 4-5[LBLA] dice que Jesús «se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla se la ciñó.[5] Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida». En aquellos días la gente usaba sandalias, lo que significaba que sus pies se ensuciaban al caminar por caminos polvorientos. Era un acto de cortesía que el sirviente menos importante de la casa, o quizá el hijo o la hija menor lavara los pies de los invitados. Como no había un sirviente presente, Jesús se humilló ante sus discípulos al tomar el papel del sirviente más humilde y lavarles los pies. Jesús les dijo: » ¿Sabéis lo que os he hecho? [13] Vosotros me llamáis «Maestro» y «Señor»; y tenéis razón, porque lo soy. [14] Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.» Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. [Jn. 13:12-15, LBLA]
En nuestros días no lavamos los pies a los invitados cuando vienen a nuestra casa, porque todos
llevan zapatos. Sin embargo, debemos encontrar maneras de servir, porque ésto es un requisito para todos los discípulos de Jesús. ¿Cómo te va en esa área? ¿Tienes tu toalla lista? (Traducida por Julia Barbeito).
*El pastor John Brito es pastor de la iglesia Spirit Life Community Church en la ciudad de Norwalk con cultos en Inglés y Español.