¿Se arrepiente Dios?

¿Se arrepiente Dios?


por Pablo Santomauro

«Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí …» 1 Samuel 15:10, 11

Pasajes como éste parecen indicar en primera instancia que Dios:

1) Cambia de parecer o se arrepiente de ciertos actos. Esto estaría en directa contradicción con los pasajes que enseñan la inmutabilidad de Dios: Malaquías 3:6; Hebreos 6:17; Santiago 1:17; etc.

2) No conoce el futuro, i.e., no es omnisciente. En este caso en particular, Dios no supo que Saúl sería un fracaso como rey. Esto milita directamente contra la enseñanza bíblica de la omnisciencia de Dios.

Objeciones como las que nos ocupan hoy, son mayormente esgrimidas desde el campo de los escépticos y críticos de la Biblia en general, los que señalan las aparentes contradicciones para probar que la Biblia no es inspirada. Existe además, un número de teólogos que proponen precisamente la idea de que Dios no conoce el futuro, doctrina que se conoce como The Open View of God, traducida libremente al español como La Vista Abierta de Dios o el Teísmo Abierto. Demás está decir que esta posición coloca inevitablemente a sus proponentes fuera de la paleta cristiano-ortodoxa y los ubica en el campo de las herejías.

La omnisciencia de Dios

En nuestro artículo anterior, titulado ¿Qué es el Teísmo Abierto?, señalábamos que:

Dios lo conoce todo, pasado, presente, futuro, y todas las cosas: Sal. 139:1-6; 147:5; Eze. 37:3; Juan 2: 24-25; 16:30; Gál 3: 5; Heb. 4:13; 1 Juan 3:20; etc. etc.
Sus obras futuras son sabidas por El desde la eternidad: Hch. 15:18.
Conoce la historia de principio a fin: Isa. 46:10. 
Ve todo debajo de los cielos: Job 28:24. 
Conoce todos los posibles eventos en el futuro: Isa. 48:18; Eze. 37:3; Mat. 11:21-23.
Conoce los caminos de los hombres, pensamientos y meditaciones, obras y planes: Sal. 139:2.
Todas las palabras que los hombres enuncian y enunciarán: Sal. 139:4.
Conoce nuestras futuras decisiones y lo que haremos:
. Supo que Faraón no escucharía a Moisés.
. Que Nabucodonosor destruiría a Tiro.
. Que conquistaría Egipto.
. Qué conquistaría a Judá.
. Que la cautividad duraría 70 años.
. Que la caída de Babilonia sería en 70 años.
. Que Ciro reconstruiría a Jerusalén.
. Que Judas traicionaría a Jesús.
. Que Pedro lo negaría tres veces.
. Que los judíos, los romanos, Herodes y Pilato lo matarían.

Todos estos son pasajes primarios que no dejan duda de la omnisciencia de Dios, hay centenares de ellos. 

También hay textos primarios sobre la inmutabilidad o «incambiabilidad» de Dios: Números 23:19; 1 Samuel 15: 29; Salmo 102:25; Malaquías 3:6; Tito 1:2; Hebreos 6:17-18; 13:8; Santiago 1:17.

¿Existen pasajes donde se dice claramente que Dios NO se arrepiente (no cambia de ideas)? Por supuesto que sí, Números 23:19; 1 Samuel 15:29.

¿Sabía Dios que Saúl fracasaría como rey?

Considerando todo lo anterior, y teniendo en cuenta que la expresión «me pesa» puede ser perfectamente traducida «me lamento» o «me duele», este pasaje, al igual que Génesis 6:6 (donde Dios se «arrepiente» de haber creado al ser humano), describe a Dios expresando sus emociones a medida que los hechos van ocurriendo de este lado de la eternidad.

El texto NO dice que Dios se arrepintió de haber escogido a Saúl por rey, sino que Dios expresó pesar emocional por la falta de Saúl y la aflicción que esto traería sobre Israel. Dios, en su pre-ciencia y sabiduría, ya sabía el final de Saúl pero lo seleccionó para ser rey a los efectos de lograr ciertas metas para las cuales Saúl estaba capacitado.

Sentir pesar por tener que tomar cierto curso de acción que no tenemos más remedio que tomar, es una experiencia que todos hemos sufrido. Lo mismo es válido para el caso de Dios sintiendo pesar por los pasos del hombre luego del pecado original y la cirugía radical que tuvo que realizar en ocasión del diluvio, cosas que ya conocía desde antes.

Cuando la Biblia dice que Dios se arrepiente, en muchos casos está expresando en términos humanos que Dios lamentó profundamente las cosas que acontecieron a los humanos.

Cuando la Biblia dice que Dios no cambia (Mal. 3:6; He. 6:17; Stg. 1:17) significa que no cambia su naturaleza, ni tampoco sus decisiones, ni su manera de pensar, ni su voluntad.

Cuando Dios anuncia un castigo y luego no lo lleva a cabo, ¿es esto prueba de que Dios no es inmutable?

Otras objeciones comunes a la inmutabilidad de Dios se hacen apoyadas en pasajes como Exodo 32:14 y otros semejantes, donde en líneas generales se dice que Dios se arrepintió de los castigos que iba a imponer en diferentes ocasiones.

Un típico ejemplo que usan las posiciones que reducen los atributos de la Deidad (la inmutabilidad entre ellos), es el caso de Moisés en la montaña mientras el pueblo abajo se involucraba en idolatría (Ex. 34). Dios dice aquí que va a destruir a los idólatras; Moisés intercede por ellos, y Dios no lo hace: «Entonces Jehová Dios se arrepintió del mal que dijo que había de traer sobre su pueblo» (Ex. 32:14). ¿Cambió Dios? ¿O cambiaron las circunstancias?

La actitud de Dios hacia el pecado es de juicio. La actitud de Dios frente a los que se arrepienten es de misericordia. Antes de que Moisés intercediera, Israel estaba bajo condenación. Luego de la oración de Moisés, Israel pasó a estar bajo la misericordia de Dios.

Dios no cambió, fueron las circunstancias las que cambiaron.

Pasajes como éste usan lenguaje antropomórfico, un lenguaje centrado en el hombre. La narración se hace desde el punto de vista y el lenguaje humano. Es similar a alguien moviéndose de un lugar a otro y diciendo: «Ahora la casa está a mi derecha» y «Ahora la casa está a mi izquierda.» Ninguna de las frases implica o quieren decir que la casa se movió. Desde la perspectiva del lenguaje humano significa que la persona cambió su posición en relación a la casa.

Cuando la Biblia dice en Exodo 32:14 que Dios se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo, estamos frente a un giro del lenguaje que expresa que la intercesión de Moisés cambió la relación de la gente con Dios. Moisés movió a la nación ubicándola bajo la gracia de Dios, quitándola del lugar donde el juicio de Dios se cernía sobre ella.

Dios no cambia

Uno de los atributos de Dios es su inmutabilidad: Números 23:19; 1 Samuel 15: 29; Salmo 102:25; Malaquías 3:6; Tito 1:2; Hebreos 6:17-18; 13:8; Santiago 1:17. Estos son los textos explícitos en cuanto a la immutabilidad de Dios. Uno de los principios fundamentales de la hermenéutica bíblica es que lo implícito se debe interpretar a la luz de lo explícito. Esto significa que los textos claros (explícitos) deben gobernar nuestro entendimiento de los pasajes que parecen insinuar pero que NO afirman que Dios cambia.

A este principio también se le conoce como el principio de mención plena, el cual establece que los pasajes que no hablan directamente de un tema deben ser interpretados por los pasajes que hablan directamente del tema.

Ilustración: Muchos pasajes en la Biblia declaran que Dios es omnisciente (sabe todas las cosas, incluso los pensamientos de los hombres, todo lo futuro, etc.).  Estos textos deben gobernar nuestro entendimiento de los pasajes que parecen insinuar, pero que NO afirman, que Dios no sabía algunas cosas. Por ejemplo: en el huerto de Edén, luego del pecado original, Dios llama a Adán y le pregunta ¿Dónde estás tú? En Génesis 3:9 Dios dice a Adán: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? Más adelante le pregunta a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? etc., etc. ¿Significa esto que Dios no sabía estas cosas? ¡De ninguna manera! Lo mismo es válido para el tema de la inmutabilidad de Dios y su aparente arrepentimiento o cambio de ideas.

Más argumentos por la inmutabilidad de Dios

1) Para que algo cambie se necesita un orden cronológico. Debe haber un antes y un después del punto de cambio. Todo lo que tiene un antes y un después existe dentro de la dimensión llamada tiempo, debido a que la esencia del tiempo es vista como una progresión cronológica que va de antes a después. Sin embargo, Dios existe fuera del tiempo, es ETERNO (Jn. 17:5; 2 Ti. 1:9). No existe en Dios una serie de antes y después, por lo tanto Dios NO CAMBIA.

2) Algo que cambia siempre lo hace para mejorar o empeorar. Un cambio donde no existe una diferencia no es un cambio. O se agrega algo que previamente no estaba allí (cambio para mejorar), o algo necesario que estaba allí antes se pierde (cambio para peor). Pero Dios es perfecto, no necesita nada. No puede cambiar ni para mejor ni para peor. Si Dios perdiera algo, ya no sería perfecto.

3) Si alguien cambia su forma de pensar, es porque ha recibido nueva información que antes no se poseía, o las circunstancias han cambiado, y eso requiere un nuevo curso de acción. Si Dios cambia en su mente, no puede ser porque llegó a El una nueva información que El no poseía antes, porque la Biblia dice que Dios es omnisciente (lo sabe todo). Si nosotros, cuando leemos la Biblia, percibimos un cambio, tiene que ser porque las circunstancias han cambiado en este lado de la eternidad. Si la circunstancias han cambiado, la relación de Dios con la nueva circunstancia es diferente porque las circunstancias han cambiado, no Dios. Un ejemplo de este último punto es que dimos anteriormente acerca de Dios y Moisés (Ex. 32:14).

Conclusión

Tomar otro curso de acción porque las circunstancias o las actitudes de las personas lo requieren, no significa que Dios cambia o es inestable en sus propósitos. Dios no cambia ni su mente, ni su voluntad, ni su naturaleza. <>

Pablo Santomauro 

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Bibliografía:

i When Critics Ask, Norman Geisler. 
i Bible Difficulties and Seeming Contradictions, William Arndt.
i Encyclopedia of Bible Difficulties, Gleason Archer.
i Knowing God, J. I. Packer.


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