Un llamado a regocijarnos
Por Daniel Brito
(Filipenses 4:4-5) «Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!5 Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca.»
Lo primero que debemos notar es que el apóstol Pablo al escribir nuestra Epístola, estaba preso en Roma esperando ser oído por el emperador Romano. El apóstol como ciudadano Romano, había apelado al emperador para exponer su caso. Eso quiere decir que la persona que escribe y dice: «Alégrense, o Regocijaos en el SEÑOR», no estaba libre en esos momentos, y bien podía haber estado como cualquier otra persona: lleno de tristeza o deprimido.
Pero el apóstol optó de otra manera, y motivado por su confianza y «gozo» en el SEÑOR, le escribe a los filipenses para que ellos también vivan vidas «gozosas» en medio de cualquier circunstancia.
No podemos dejar que las circunstancias controlen nuestro gozo o alegría. Eso no quiere decir que vamos a pretender que las cosas no están ocurriendo, sino que, en medio de cualquier circunstancia, nuestra felicidad depende solamente del SEÑOR. Ese es el mensaje de nuestro Texto.
Que Dios les bendiga.
*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.